La corrupción en el ámbito deportivo es una realidad que afecta profundamente a las federaciones deportivas en España, tanto territoriales como estatales.
La corrupción en el ámbito deportivo es una realidad que afecta profundamente a las federaciones deportivas en España, tanto territoriales como estatales. En casi ningún rincón del territorio nacional encontramos la inexistencia de procedimientos judiciales o administrativos en relación con procesos electorales irregulares o el ejercicio abusivo de sus presidencias de federaciones deportivas. Esta situación demanda una reflexión seria sobre las causas que han permitido la perpetuación de estas prácticas corruptas.
A mi juicio, existen tres elementos esenciales sobre los cuales debemos detenernos para comprender y combatir esta realidad.
01. Los personajes: mediocridad y ambición de poder
02.
Lentitud administrativa: complicidad de un sistema ineficiente
03.
La normativa: poco impacto práctico
El resultado es un sistema normativo que, en lugar de aportar soluciones concretas para la mejora de la gobernanza deportiva, deja demasiados resquicios abiertos para la perpetuación de malas prácticas.
Reflexión
Es evidente que la corrupción en el ámbito deportivo no es un problema aislado, y basta con el hecho que haya elecciones en una federación deportiva (dos o más candidatos a la presidencia) que el problema está servido.
La ambición de poder de ciertos dirigentes, la lentitud de los procedimientos administrativos y una normativa poco efectiva han creado un caldo de cultivo ideal para que siga habiendo problemas que, en función de la federación se convierten en problemas de gran impacto social.
Es imperativo reflexionar sobre estos elementos y abordar el problema desde su raíz, con el objetivo de eliminar esta sombra de corrupción que sigue afectando al deporte en nuestro país.
Nota: este artículo pretende ser un pequeño agradecimiento a todas aquellas personas que trabajan cada día por dignificar el deporte y las federaciones deportivas, guiadas por principios de gestión seria, transparencia y una máxima profesionalización. Su esfuerzo es fundamental para devolver al deporte la integridad que merece.