Setiembre de 1.972, Münich, complejo acuático del Schwimmhalle en motivo de los XX Juegos Olímpicos de verano.
“Nous jurons de prendre part aux Jeuxolympiques on compétiteurs loyaux,d’observer scrupuleusement lesrèglements et de faire prouve d’unesprit chevaleresque pour l’honneur denos pays et pour la gloire du Sport”.
1920. Les Jeux de la VIIème Olympiade. M. VictorBoin, porte-drapeau belge, prêta ensuite, au nom detous les athlètes présentsle serment olympique.
“En nombre de todos los competidores,yo prometo que nosotros participaremosen estos Juegos Olímpicos, respetando ycumpliendo las reglas que lo gobiernan,en el verdadero espíritu deportivo, porla gloria del deporte y el honor denuestros equipos”.
Juramento pronunciado por primera vez en laOlimpiada de Amberes en 1920 por el belga VíctorBoin.
Münich 1.972,
Juegos de las XX Olimpiada
El Schwimmhalle de la ciudad bavaresa, se encuentra situado en el centro de la villa olímpica, cuya urbanización està diseñada para acoger a los 7.123 deportistas de 121 comités olímpicos diferentes. Los arquitectos e ingenieros del complejo olímpico donde se celebran las competiciones acuáticas parecía que auguraran el espectáculo que iba a acontecer en las “suaves” aguas de la piscina muniquesa, preparando así una piscina que pasara a la historia como ser el testimonio de honor del mayor mito de la natación mundial, Mark Spitz, quien con siete oros olímpicos selló el mayor logro de unos Juegos.
Piscina cubierta, ocho carriles, 25 metros de ancho por 50 metros de largo, cronómetro electrónico, nuevas técnicas perfeccionadas, mínimas de tiempo para poder competir, 52 comités olímpicos participantes y 10.000 espectadores.
Primero de setiembre de 1.972, Münich, complejo acuático del Schwimmhalle en motivo de los XX Juegos Olímpicos de verano. La leyenda de Mark Spitz hace llenar la piscina en cada sesión de natación. Hoy, día 1 de setiembre, tiene lugar las clasificatorias y finales de los 400 metros libres masculinos. El actual “recordman” de la distancia es el Americano Kurt Krumpholz con una marca de 4,00”11 – batido en fecha de 4/08/1.972 en los Trials de Chicago-, mientras que el récord olímpico está en manos del, también americano, Mike Burton con una marca de 4,09”00 – batido en Ciudad de Méjico, año 1.964-.
En total cuarenta y cuatro participantes han conseguido la mínima de los 4’20”4 para participar en esta prueba de los Juegos, los cuales se distribuyen en 6 eliminatorias. La anécdota que ocupa el día de hoy es que el récord olímpico es superado en tres ocasiones a lo largo de las eliminatorias, y a su vez, Mike Burton (actual recordista olímpico) es eliminado para participar en la gran final, mientras que un total de diez nadadores nadan por debajo del 4,09”0, marca que permitió, al hoy eliminado, obtenir cuatro años antes el oro olímpico.
Son las 18.20 horas de la tarde, el silbato del juez de salidas hace el silencio absoluto en la piscina, un silencio que, para aquellos que no hayan asistido en una competición de natación, transcribe la magia de este magnífico deporte que, en el momento de más presión y tensión este se apodera de todos los cuerpos presentes en el brillante espectáculo… “take your marks” … y después del silbato, se inicia la final de los 400 metros libres, con una brillante escapada de Werner Lampe (Alemania) pasando el hectómetro con un tiempo de 58”5, seguido de Steve Genter, Brad Cooper y con más de un segundo de diferencia el americano Rick Demont, quien ocupa la última posición. La evolución de la carrera sigue la extrema igualdad con la que ha empezado, intercambiando posiciones de los líderes, mientras en la corta distancia, también se alternan los que cierran la prueba. Llegados a los 300 metros de la prueba, los seis primeros nadadores pasan con el mismo segundo de tiempo (3’02”), liderados en este momento por el ex plusmarquista mundial, el australiano Brad Cooper (3’01”28) quien tras el enorme bullicio del público se entrevé como ganador de esta magnífica prueba. Después del último viraje, y a falta de 35 metros para finalizar la carrera, los espectadores que no han dejado de animar a sus nadadores, ven como el americano Rick Demont, quien había pasado los 100 metros en última posición, iguala al líder de la carrera y máximo favorito, ofreciendo un final de carrera memorable para la historia de la natación olímpica. El desenlace de la prueba se decide en los últimos metros, con Rick Demont como nuevo campeón olímpico y recordista olímpico con una marca de 4’00”26, una centésima inferior, frente a su perseguidor, el australiano Brad Cooper, quien llegó en segunda posición con un tiempo de 4’00”27.
La carrera del nuevo campeón ha sido completamente modélica, con el pase de unos parciales negativos, como símbolo de la evolución técnica y táctica de la natación, que evidencian un estado de forma brillante.
La corta diferencia entre los dos primeros parece suficiente para determinar la victoria de Demont… hasta unas pocas hores más tarde.
Por primera vez en unos Juegos Olímpicos, se ha instaurado en las pruebas de natación el control antidopaje, cuyas prácticas nunca habían sido públicamente reconocidas pero ampliamente denunciadas, siempre sin suficientes pruebas. Los análisis en natación se hacen según convenio entre la FINA y el Comité Olímpico Internacional, obligando a cada deportista que subía al pódium, además de un nadador escogido al azar del resto de finalistas, a realizar el control.
Después de realizarse los análisis correspondientes a los ganadores de los 400 metros libres, los analistas ven que Rick Demont contiene una dosis excesiva de la sustancia “efedrina”, la cual el Comité Médico del Comité Olímpico Internacional la considera como sustancia dopante. Al conocer la noticia, entre lágrimas de impotencia y desesperación, el joven nadador explica que desde pequeño sufría crisis asmáticas de forma frecuente, razón que motivaba tomar un medicamento que contiene dicha sustancia.
La explicación no convence al Comité de Apelación y resuelve negativamente argumentando que el médico del equipo olímpico tendría que haber previsto la problemàtica del nadador, y proceder a cambiar oportunamente la medicación, para así evitar un suceso como el acontecido. Sin apelación posible, Demont es descalificado y desposeído de su oro olímpico a favor del australiano Brand Cooper.
Estamos en el año 1.972, y la historia de la natación ve como el primer nadador es sancionado tras dar un resultado adverso por dopaje en competición.
Es un texto basado en hechos reales.
Han sido de ayuda para redactarlo, el “Rapport” de los Juegos Olímpicos de Muncih 1.972 junto con el libro “Història de la natació Olímpica”. Alsina Soto, G.